15 oct 2011

Ocho preguntas que nunca querrás oír en una entrevista de trabajo

¿Qué me preguntarán? ¿Cuál es la respuesta correcta que debería dar? ¿Y si me preguntan algo que no sé contestar? A la hora de acudir a una entrevista de trabajo, es habitual que nos asalten las dudas. Lo que no solemos esperar es que nuestro interlocutor se descuelgue con cuestiones o peticiones poco comunes como, por ejemplo, que le contemos un chiste.

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Estas experiencias algo surrealistas ocurren de manera más frecuente de lo que creemos, según los datos que ha recopiladoGlassdor.com, una web de búsqueda de empleo que ha recogido las experiencias de más de 130.000 aspirantes que, de manera anónima, han aportado su opinión sobre los procesos de selección en cerca de 25.000 empresas de todo el mundo.

Preguntas trampa
Responder a cuestiones como "¿cuáles son tus aptitudes personales?" o "¿qué puedes aportar a esta empresa?" es un juego de niños si se compara con preguntas como "¿por qué no tienes mejores notas?". Esa fue la primera frase que salió de la boca de uno de los responsables de recursos humanos de Apple cuando entrevistó a un candidato a programador en la compañía en 2009.

El aspirante pasó un mal rato pero, según él mismo explica, pasó la prueba y tras tres días de entrevistas y reuniones con hasta 15 personas, pasó a formar parte de la compañía de la manzana. Menos suerte tuvo un joven que esperaba convertirse en becario de análisis de mercados en Barclays Capital: el joven se quedó en blanco cuando le preguntaron "¿cuál es el doble de la raíz cuadrada de Pi?". No contestó perdiendo el tren de las prácticas de verano.

Cálculos mentales también le exigieron a un candidato a analista de negocio en Google; sus entrevistadores le pidieron que respondiera a "si tenemos 25 caballos de carreras y cinco pistas distintas, ¿cuántas carreras serían necesarias para saber cuáles son las monturas más veloces?".

Un famoso problema de lógica
Los juegos y acertijos también aparecen en los procesos de selección de otras de las grandes compañías tecnológicas, como Amazon y Microsoft. A un aspirante a ingeniero de software en la tienda on line le pidieron que resolviese el siguiente problema de lógica: "si tenemos dos recipientes, uno con capacidad para tres litros y el otro para cinco litros, ¿cómo llenarías uno con cuatro litros?".

Un directivo de Microsoft tuvo que acertar otro conocido acertijo, conocido como el problema de Monty Hall: Se trata de un enigma matemático de probabilidad que está inspirado por el concurso televisivo estadounidense Let's Make a Deal (Hagamos un trato). El nombre del problema tiene su origen en el nombre del presentador del concurso: Monty Hall.

La premisa es simple: el concursante debe elegir una puerta de entre tres, todas cerradas. Una esconde un coche, las otras dos, sendas cabras. El premio consiste en llevarse lo que se encuentra detrás de la elegida. Una vez que el concursante ha elegido una puerta y se lo comunica al público, el presentador, que sabe lo que hay detrás de las puertas, abrirá una de las otras dos y mostrará que detrás hay una cabra. En este momento se le da la opción al concursante de cambiar, si lo desea, de puerta: ¿debe hacerlo?

Contar chistes para trabajar en finanzas
Menos elaboradas son las cuestiones a las que se enfrentan los trabajadores que quieren abrirse camino en el mundo de las finanzas. "¿Alguna vez has robado bolígrafos del trabajo?", le preguntaron a un becario de dirección de Bank of America, mientras que un directivo de JPMorgan Chase le pidió a su entrevistado que le contara "un chiste".

Sin embargo, la pregunta más surrealista de todas llegó desde el gigante de la banca de inversión Goldman Sachs: "hemos visto en su currículum que le gusta cocinar. En los fogones, ¿es usted pragmático o académico?". Sin palabras.

http://es.finance.yahoo.com/news/Ocho-preguntas-nunca-querr%C3%A1s-economia-1390371812.html?x=0

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