16 oct 2011

Lo que opinan los no contadores acerca de la revisoria fiscal

Apreciados colegas: El presente texto, publicado en el diario Ámbito Jurídico es otro de los argumentos esgrimidos por el mercado para oponerse a la práctica de la revisoría fiscal por considerarla diferente de la “auditoría de estados financieros”, más enfocada esta última a la razonabilidad de las cifras que al simple cumplimiento de las normas tributarias.

Uno de los más importantes problemas de algunos revisores (la mayoría?) es que, en la práctica, no se hace respetar la esencia económica o imagen fiel de los negocios sino que se hace prevalecer la forma jurídica, dando como resultado estados financieros my confiables para los organismos de control, pero poco útiles para los inversionistas y para la gerencia.

Un ejemplo claro es cuando un gerente, nuevo en una empresa, revisa el Balance y no encuentra reflejados 25 camiones que se compraron hace 9 años porque supuestamente están “totalmente depreciados”.

Es de notar que como estos vehículos continúan produciendo ingresos, deberían seguir apareciendo en el Balance (no en otros activos “valorizaciones” sino en Propiedad Planta y Equipo).
También deberían estarse depreciando para ASOCIAR los ingresos que generan con los respectivos gastos (Art. 54 y 13 del Decreto 2649 de 1993).

El decreto 2649 de 1993, que es una copia incompleta de las NIC de 1993, no dice que un vehículo se deprecie a 5 años, pero desde el punto de vista de la “norma” tributaria ello está bien.

Entonces, los estados financieros pueden cumplir la norma más no necesariamente ser “razonables”.

El revisor fiscal, pocas veces se preocupa por este problema. Pues los vehículos y otros activos deberían depreciarse técnicamente para efectos contables y deducirse en renta, únicamente, lo que establezca la norma tributaria, revelando las diferencias (cuentas de orden) y conciliaciones del caso.

Algunos revisores (no me refiero a nadie en especial, se trata de una crítica constructiva) solo van a firmar a la compañia y hacer pequeñas revisiones que no incluyen la técnica de la aduitoría de estados financieros, no se documentan en los papeles de trabajo y no se brinda valor agregado en cuanto al seguimiento de las incidencias (errores e irregularidades).

Otro ejemplo es las famosas provisiones de cartera. Sin estudios de cartera determinados técnicamente (como lo indica el art. 62 Decreto 2649 de 1993) se provisiona el 33% porque así lo indica la norma tributaria (no la contable), aunque en la realidad, el riesgo de incobrabilidad podría ser mayor (o menor). En ocasiones, el revisor fiscal no brinda valor agregado a la compañía.

Un último ejemplo es la contabilización de depreciaciones de edificios a 20 años cuando duran realmente 100 o más años, depreciar a 5 años desde un BMW hasta un pequeño motocarro, sin cumplirse criterios de razonabilidad como lo indica el 2649 de 1993 y las NIC.

Entonces, estas altas depreciaciones pueden afectar los resultados en los primeros años y generar altas utilidades en otros (cuando los inversionistas, socios o accionistas no necesariamente son los mismos entre distintos periodos).

En conclusión, la revisoría fiscal es un modelo latino de control preocupado en gran manera por el cumplimiento de normas, lo cual es algo muy importante. No obstante, en ocasiones nos olvidamos de la razonabilidad de los estados financieros, no hacemos las auditorías correspondientes, nos guiamos únicamente por lo que digan las autoridades de impuestos, de inspección y vigilancia (o control) y no vamos un poco más allá, no brindamos valor agregado.

Debemos defender la revisoría fiscal, pero con argumentos, mejorando nuestras prácticas de contabilidad y auditoría financiera de acuerdo con mejores prácticas en el mundo y no quedarnos en la simple firma de los estados financieros sin realizar las verificaciones, sin exigir el registro de las diferencias contables y tributarias y sin brindar un valor agregado en cuanto a lo que informan los estados financieros (razonabilidad, esencia sobre forma).

Ser “firmones” está causando grandes dificultades a nuestro modelo de revisoría, fenómenos agravados por la alta cantidad de contadores (y revisores) en el mercado que, a su vez, reduce los precios de los servicios profesionales. Lo que se paga a un revisor es un problema del mercado que no se soluciona con tablas sugeridas de honorarios.

Además, la alta cantidad de universidades graduando contadores sin los más mínimos controles o con controles poco efectivos a esta sobreoferta.

La revisoría fiscal es un modelo local bastante arraigado, debemos defenderlo, pero también debemos revisarlo para que el único argumento de defensa no sea la “fe pública” o la Ley 43 de 1990, sino que con nuestro esfuerzo individual e institucional, la revisoría fiscal sea vista como una herramienta relacionada con la seguridad económica del país y como un mecanismo que brinde valor agregado a nuestras empresas.

Este es un espacio muy limitado para discutir sobre estos importantes temas y, en ocasiones, lo que se dice puede ser malentendido. Por ello, me limito a mencionar unos pequeños ejemplos y a invitarlos a trabajar de la mano de nuestros organismos profesionales (que han venido expidiendo normas, circulares, conceptos, resoluciones, etc. más acordes a las mejores prácticas internacionales.

La orientación profesional sobre el Ejercicio de la Revisoría Fiscal emanada del Consejo Técnico de la Contaduría Pública, es un buen ejemplo de las muchas responsabilidades y de las excelsas calidades que requiere un revisor fiscal. Aspectos que deberíamos tener en cuenta, salvo por los bajos honorarios que se pagan a los revisores como resultado de la sobreoferta de profesionales y la mala calidad de algunos de los trabajos, esto para mostrar al mercado lo que realmente es esta importante figura de la revisoría fiscal.

* Tomado de www.globalconta.com

fuente: http://www.actualicese.com/opinion/lo-que-opinan-los-no-contadores-acerca-de-la-revisoria-fiscal-juan-fernando-mejia/


Qué hacer y qué no cuando se trata de publicidad en internet VPA

Con el auge de internet las empresas quisieron posesionarses en los buscadores para estar entre los primeros resultados de las consultas.

Sin embargo, aunque muchos tiene estrategias de marketing y publicidad pensadas para plataformas web, los resultados que se obtienen no son los más óptimos y eso se debe a que cometen cuatro errores: se concentran demasiado en los indicadores de tráfico, tienen más estrategias que contenido, piensan sólo en resultados orgánicos y creen que el diseño lo es todo.Daniel Gertsacov, director de nuevos mercados de Google para América Latina, le enseña como corregir esos errores y utilizar las herramientas de publicidad a su favor. Recuerde que internet es una vitrina comercial y de fidelización muy importante a la que toda compañía, sin importar el tamaño o número de empleados, debe acceder. Sepa cómo usarla y sáquele provecho.

No sólo es tráfico, sino resultados
Usualmente las campañas publicitarias diseñadas para las plataformas web de las compañías están encaminadas a aumentar el número de visitas de la página de la empresa, pero crecer en usuarios únicos no es necesariamente sinónimo de que las campañas están funcionando, o de que las cosas estén bien, el verdadero éxito está en saber qué hacer con quienes visitan su portal. Una de las formas en que podría aprovechar el tráfico es generando una interacción con los clientes, entablar conversaciones con ellos y hacer que se conviertan de visitantes a potenciales clientes. Una vez usted logra que los brazos digitales de su negocio se traduzcan en un crecimiento en ventas para su empresa, en mayor productividad, mejor comunicación con sus clientes y optimización de los recursos, en ese momento podrá decir que su estrategia online funciona.

Demasiados frentes para cubrir
Otro de los errores más comunes tiene que ver con la cantidad de estrategias digitales que se desarrollan y que éstas sean más de las que el equipo de contenidos puede alimentar con la frecuencia que se requiere. Es decir, cuando una empresa está tratando desesperadamente de aumentar el tráfico de su página web empieza a lanzar un número importante de estrategias para llevar a los internautas a su portal, pero una vez los usuarios llegan allí se encuentran con una información poco relevante o desactualizada y eso lejos de hacer que las personas visiten el sitio, hace que no regresen pues se sienten engañados por la publicidad. Para mejorar esto se recomienda considerar en las estrategias comunicativas la creación de micrositios que tengan información de interés y que luego, desde allí, se lleve a los usuarios a los sitios principales.

No se conforme con las búsquedas
Estar entre los primeros resultados de un motor de búsqueda no es lo único importante cuando se trata de publicidad en internet, se deben analizar constantemente las nuevas tendencias y mantenerse en línea con los cambios que se vayan presentando. Plataformas mucho más multimediaticas como Youtube, también funcionan como buscadores de información relevante para muchas personas, allí se suele consultar información sobre entretenimiento, productos, cómo hacer algunas cosas, etc. Ese tipo de herramientas también deben considerarse pues permiten la captura de mayor audiencia. Recuerde también que para los consumidores es más importe la opinión de otros consumidores y de blogueros que la publicidad que una marca pueda hacer de sus productos, pues alguien ajeno a la compañía será más objetivo.

El diseño por sí solo no hará nada
Si bien es cierto que el diseño de un sitio web incide mucho en que la gente regrese o permanezca más o menos tiempo en el, no significa que eso sea lo único importante para su plataforma digital. Usted deberá preocuparse por la experiencia que la persona pueda tener en su página web, la facilidad a la hora de encontrar la información de interés, que funcione para todos los navegadores, que tenga versiones móviles en caso de que lo requiera y que por supuesto permita que la información se pueda indexar en los diferentes buscadores. A la hora de situar banners o publicidades recuerde que estos deben procurar ser lo menos invasivos posibles, pues ese tipo de elementos suelen hacer que los usuarios abandonen una lectura y cierren la página. Trate siempre de generar interacción con sus clientes, eso es una herramienta realmente poderosa.