Un prestigioso conferencista de talla internacional estuvo de paso
por el país para realizar una magistral exposición en el auditorio de
una universidad privada; colegas y estudiantes lo escuchaban con
atención por su vasto conocimiento y experiencia, hasta que uno de los
presentes decidió introducir su nombre en el buscador de Google, el primer
resultado: unos videos del expositor en una fiesta, ebrio, bailando
reggaeton y en otro video vomitando frente a su carro.
No
sé qué es más cruel, si cargar con el peso de la burla de cientos de
estudiantes o tener que sacrificar un nuevo “prospecto amoroso”, como le
pasó a un publicista recién divorciado que cada vez que escribe su
nombre en el buscador, lo primero que sale son decenas de fotos de él
con su exesposa en fiestas, eventos, vacaciones y hasta un video
bastante subido de tono, y que a propósito, nada que desaparece de
YouTube.
Hablando de videos eróticos, todavía
se me eriza la piel cuando me acuerdo del video en ropa interior de la
vicepresidenta de Cultura y Juventud de Costa Rica, Karina Bolaños,
realizado para su amante, que se difundió por la red.
Qué
me dicen de la desdicha de tener que ser destituido de un cargo público
por no saber controlar lo que se dice en las redes sociales, como le
pasó hace un par de días a Augusto Ocampo, primer funcionario del país
destituido por insultar a varios periodistas y a la veedora distrital,
Adriana Córdoba, a través de Twitter.
Tampoco
se me olvida la polémica que desató el gerente de la Empresa de Energía
de Bogotá, Fernando Gómez Franco, que por sus trinos groseros, morbosos e
irrespetuosos se puso en bandeja de plata para la salida de su cargo.
¿De
qué es lo primero que se van acordar ustedes de ahora en adelante cada
vez que escuchen sus nombres? Tristemente no de sus logros en pro de la
comunidad.
Esto es lo que se llama “reputación
en línea”, los resultados negativos, positivos que arrojan los
buscadores en internet cuando alguien consulta el nombre de una persona,
marca, empresa, producto o servicio. Y esta reputación se va
consolidando a través de todas nuestras acciones y las acciones de los
demás en las redes sociales, blogs, foros, páginas web, cuentas de
correo electrónico o cualquier otro recurso virtual.
Por
eso, no sólo hay que “ser”, sino también “parecer”, o mejor aún, tomo
las palabras de Chris Andersen, autor del prestigioso libro The long Tail: “Su marca no es lo que usted dice que es, sino lo que Google dice que es”.
Para
muchos expertos en marketing digital, “la mejor tarjeta de presentación
de una persona u organización son los resultados que arrojan los
buscadores porque es la primera referencia, el primer contacto que se
tiene en muchas ocasiones con una persona, marca o empresa”.
Oscar
del Santo, consultor y experto en Social Media y Community Managment de
la Universidad Complutense en Madrid, afirma: “Toda acción que
emprendemos y todo contenido que publicamos online –sea una foto, un video, un post o un simple comentario– contribuye a construir, configurar y reforzar nuestro branding personal o corporativo. En internet no sólo las empresas sino todos y cada uno de nosotros somos nuestra propia marca”.
Hay empresas que han trabajado arduamente por décadas su nombre de manera offline,
pero han descuidado por completo su presencia virtual, no monitorean lo
que se dice en la red de su marca y no tienen contacto alguno con sus
clientes. Hasta que un día perciben que las ventas de su empresa han
bajado progresivamente, y luego se enteran de que uno de sus exempleados
hace más de tres años se comportó como un patán con uno de sus clientes
y quedó todo registrado desde un celular y aún el video se sigue
difundiendo en la red.
Sólo si se conoce bien
lo que se dice sobre usted o su negocio en el ciberspacio (Google,
Facebook, Twitter, LinkedIn, blogs, microblogs, foros o portales
especializados), si se tiene clara “la esencia de sí mismo”, lo que se
quiere transmitir en el medio online: valores, estilo, imagen, y se trabajan estrategias online y offline de manera conjunta y sincronizada, se podrá gestionar una buena reputación en línea.
Por
eso, comparto con ustedes, quienes tienen la reputación por el piso y
quienes todavía no, algunas herramientas útiles para que puedan empezar
hacer su propio ORM (Online Reputation Management), monitorear y
gestionar de una mejor manera su reputación en la red.
PD:
En todo caso, no olvidemos que así obremos lo mejor que podamos, todos
estamos expuestos a las críticas y en cualquier momento a todos se nos
va a criticar tanto justa, constructiva y objetivamente, como
interesada, parcial e indignamente. Como dice un amigo: “Aquí lo que
toca es tener piel de elefante, dura, y ¡que todo nos resbale!
Fuente:http://www.semana.com/opinion/articulo/cuando-su-reputacion-esta-piso/340553-3