23 nov 2010

TRABAJADORES CON BAJA PRODUCTIVIDAD


QUEDARSE DESPUÉS DE LA JORNADA LABORAL PARA HACER CREER QUE TRABAJA MUCHO, SOLO DEMUESTRA SU BAJA PRODUCTIVIDAD.

Muchos trabajadores alargan su jornada laboral innecesariamente con la única motivación de hacer notar su presencia en el puesto de trabajo.

Esta práctica, que recibe el nombre de ‘Presentismo’, y esto se debe al miedo en la oficina “a perder el empleo”.

El presentismo viene a unirse a la drástica reducción del ausentismo injustificado, ya que los trabajadores reducen las ausencias y faltas en el trabajo únicamente a motivos de salud.

Perfil del presentista

El retrato robot del trabajador “presentista” coincide, con el de un trabajador, mayor de 30 años, con estudios básicos, el mismo perfil que ha reducido en mayor número su ausentismo injustificado con motivo de la crisis. Algo lógico, ya que son ellos los que más sufren el desempleo y para quienes resulta aún más complicado encontrar un trabajo, en especial si no tienen formación. Son ellos los que sienten una mayor aprensión por quedarse sin empleo, ya que no pueden aportar tanta experiencia laboral como otros candidatos a la hora de competir por un puesto.

No aumenta la productividad


Sin embargo, este aumento en la jornada no tiene como consecuencia un aumento de la productividad. Los trabajadores no buscan mejorar el rendimiento de la empresa, sino asegurar su puesto de trabajo. Esta mayor presencia está motivada por factores que nada tienen que ver con el compromiso hacia la empresa o una alta motivación en el desarrollo de su trabajo.

Sacrificio de la conciliación


Por otra parte, aumentar el presentismo en el empleo tampoco es algo que repercuta positivamente en el mercado laboral. Los trabajadores valoran muy por encima de otros factores la capacidad de conciliar familia y empleo, lo que significa que están sacrificando parte de su vida personal para asegurar la laboral, y que tan pronto mejore la situación económica regresarán a su tónica habitual.

Es más, si las empresas valoran la presencia por encima de la eficacia, puede hacer que otros trabajadores no se sientan alineados con la filosofía de la compañía y abandonen la empresa ante una nueva oportunidad, con el riesgo de pérdida de talento que esto conlleva.

Cómo evitar el presentismo de baja productividad

Los directivos de las compañías son los responsables finales de que el “presentismo” sea una tónica general en su empresa. Para evitarlo es necesario fomentar una comunicación fluida dentro de la organización.

* Comunicación. Los trabajadores deben conocer en todo momento cómo evoluciona la empresa, de esta manera afrontarán con mayor tranquilidad su puesto dentro de la estructura de la empresa.

* Hacer partícipes a los trabajadores. Involucrar a los trabajadores en los resultados de la empresa ayuda a mejorar la productividad, ya que los empleados se sienten parte de un proyecto.

* Comunicar los problemas. En ocasiones los trabajadores no transmiten los problemas que tienen en los procesos productivos y de ahí que los cambios se realizan de forma vertical, desde los escalafones más altos de la empresa. Preguntar e investigar sobre qué factores son susceptibles de mejora puede ayudar a las organización a mejorar su productividad.

Uno de los principales problemas del empleo sigue siendo los bajos ratios de productividad. Por lo regular se suele aumentar la productividad en momentos de crisis, gracias a la racionalización de los puestos de trabajo y a políticas rigurosas en la gestión de los costos.

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